Cosiendo, sin máquina

Entro la agujita la saco por detrás, la entro de nuevo y la saco una vez más. Nudito y pinzita se encuentran y hacen cochitas por aquí, por allá y un nudito bien me saldrá. Entro la agujita, la saco por detrás... ¡Oh! No los escuché llegar. ¿Ya es martes? -dice con indiferencia mientras mira su reloj-, que no se hable más del tema. Permítanme terminar de hacer este punto y les atiendo en un minuto. 


Lo que acaban de apreciar no fue más que el deliberante escupitajo imaginativo de un Ariel muy calmado que tiene absolutamente todo el día para completar su práctica de suturas, que consiste en cinco suturas simples, con cinco puntos cada una, más cinco suturas colchonero vertical y cinco suturas colchonero horizontal, cada sutura con sus sendos cinco puntadas; sin embargo no hay nada más que se aleje de la realidad: Suturar no es lo mío. 

Sé que la práctica hace al maestro, pero por ahora mis suturas hacen en las heridas de la colchaespuma en la que practicamos, queden como la boca de Kim Kardashian mientras hace un duck-face. ¡Sí, sé que es una imagen difícil de figurarse por eso les dejaré una ayudita! 


¿Ven a lo que me refiero? Ese esperpento sobre la delicada cara de alguien, hará que me gane como poco dos puñaladas, que a decir verdad y luego de examinar el trabajo de sutura de mis colegas, tampoco permitiré que sean tratadas por ellos. 

Todo este melodrama de suturar puede parecer más que sencillo, pues claro, cualquiera que haya visto una serie de esas de medicuchos que pasan en SONY se queda perplejo al ver como un equipo de doctores le meten mano a una herida sin antes hablar con el paciente. La verdad es que es todo esto de lo más irreal. Hay una serie de procedimientos que han de tomarse en cuenta antes de suturar una herida: Ojo, esto lo aprendí la semana pasada y ya me siento un 0,00001% más doctor que antes. 

Lo primero: No toda herida se sutura. Hay una serie de rangos y parámetros que enfrascan el origen del trauma (cortante, punzante, contusopunzante) hasta el tiempo que tiene la laceración en el cuerpo del individuo. 

Lo segundo: A diferentes localizaciones, diferentes puntos. A diferentes localizaciones, diferentes agujas. A diferentes edades, diferentes anestesias y una serie de troleadas que aunque parecen estar ahí tan solo para causarnos un marrón del tamaño del mundo, no. Tienen una razón de ser.

Lo tercero: El hilo... ¡OH EL HILO! Para mí a todo el mundo se le cosía con nylon y al que no pues ni modo, con hilo de tela será. No podía estar este pichón de médico más equivocado. Los hilos han de ser seleccionados acorde al tipo de trauma y el tejido donde será aplicado; la mala elección de un hilo puede provocar desgarres, la rotura de una puntada que de por sí puede llevar a un inmenso dolor e infecciones por no mencionar un asqueroso mal rato, hasta una incorrecta cicatrización haciendo que el paciente luego de haberse bebido dos Brugal blanco con sus amigos y escuchar una que otra bachatica opte por rociarle amigablemente con ácidoderdiablo al final de su turno en el hospital y créanme: Los casos se han visto. 

Por ahora, mi habilidad para suturar es mínima pero confío que evolucionará, como un pokemón y espero que así sea porque tengo los dedos molidos de utilizar el clamper (Una herramienta para sostener la aguja eficientemente). Aprender a suturar es necesario y la bioseguridad es importantísima particularmente en este procedimiento. Las probabilidades de contraer una enfermedad infectocontagiosa mientras se sutura a una persona, si no se toman las precauciones debidas pueden ser infinitamente altas. 

Tengo varios proyectos de los cuales estaremos hablando luego en el blog: Varios operativos médicos, ciertas prácticas hospitalarias que confío serán material blogueable, uno que otro examen de un cabroncete y muy importante... Aprender a cocinar cachapa. ¿Qué? ¿No se puede ser multifacético en estos tiempos? 

Los adoro y los veo pronto,
Ariel Saint



¿Dónde quedó?

Todos recordamos esa primera vez. De tan solo pensar en ella, se nos vienen imágenes vívidas y se engrifa nuestra piel. La primera vez que nos sentimos grandes para variar, que todo dependería de nosotros a partir de ese mágico momento. He de decepcionar a aquellos que sumisamente pensaran que al sexo me refiero, no. El sexo sin duda alguna, tal cual placentero y quasi-celestial... Es a su vez algo bastante transitorio. Una necesidad biológica cualquiera, como comer por así decirlo: Anhelamos el momento mientras nuestras tripas se retuercen, al exponernos y finalmente lograrlo, pasamos a nuestra siguiente meta.

Sin duda alguna, necesario pero a su vez intransigente. Me refiero a algo mucho más íntimo, algo que deja que nuestras almas se pongan en contacto con nuestras dermis causando una inimaginable sensación de terciopelo-electrificado: Lo que queremos ser cuando seamos grandes.

''¿Qué quiero ser cuando sea grande?'' resulta ser  una de las cuestiones existenciales más comunes en esta tierra, es nuestra naturaleza, es nuestra naturaleza evolucionar. Desde hace millones de años, cuando éramos simples primates llamados Dryopithecus siempre hemos forzado nuestra biología a mejorar. ¿Implementar nuevos sistemas para vivir mejor? Quizá, pero algo sí es seguro: No se ha demostrado un cambio de la evolución que nos haga más débiles o menos capaces así que está en nuestra naturaleza el instinto a ser exitosos.

Lamentablemente en mis contemporáneos, tendemos a responder el qué queremos ser cuando seamos grandes con 'lo que genere más ingresos'; y es aquí entonces cuando entramos en un paralelaje algo vicioso: Lo que queremos realmente hacer se ve limitado por una variable económica así que optamos por una carrera apéndice que pueda retribuirnos mejor.

Ahora permítame hacerle una pregunta: ¿Qué tal si el dinero no importara? Sé que lamentablemente gracias al pobre sistema educativo del que constamos en la República, los jóvenes no pueden explotar al máximo las diferentes vertientes vocacionales que existen, pero sí tengo claro que todo el mundo tiene inclinaciones hacia lo que sea.

Si el dinero no importara hubieran menos periodistas, pero más escritores. Hubieran menos raperos, pero más compositores con una lírica rica y expresiva. Hubieran menos arquitectos, pero más pintores. En general, si el dinero no importara... Hubiera menos dinero y hubiera más felicidad.


¿Dónde quedó el amor al arte, dónde quedó el amor a sí mismo? Se vio aplastada por la cola de uno que otro monstruo capitalista que desde muy pequeño le inculcó a un joven que la publicidad es para ratreros y la arquitectura para pájaro' sin darse cuenta que tronchaba la felicidad de su ser amado por la repugnante necesidad de intentar garantizar un futuro económicamente bien asegurado a su retoño. 

¿Qué acaso no es eso lo importante? Escuchamos casos a diario de personas que pierden su salud en busca del dinero y luego pierden el dinero en busca de su salud. Por eso, exhorto a todo aquel que no se haya planteado la pregunta de qué hacer con su vida, que se la plantee y esta vez... Como respuesta busque algo que le haga feliz porque si te hace feliz, lo harás bien sea lo que sea...

Los adora,
Ariel Saint


Impacientemente paciente

Imaginémosnos que todas las preocupaciones se desvanecen al entrar a un pequeño salón, con una acústica mediocre, pisos un tanto maltratados de aguantar tantos pasos y una serie de sillas alineadas en forma de círculo y no... No me refiero a esas sillas cómodas de las que venden en ilumel... Me refiero a esas sillas de metal, color ocre, plegables y cuyos diseñadores nunca han escuchado la palabra ergonomía ni tienen la más mínima idea de como se escribe.

De pronto se para un joven, con aparente estilo de Bloguero y no... No exactamente uno blogueros de Starbucks con sus inconfundibles lentes de pasta, sus entrañables aires de superioridad y sus costosísimas bufandas de Cachemir que despliegan sus quejas y anhelos en sus respectivos portátiles de "La manzanita".

No, hablo de los que usan ropa vintage (Que no es realmente vintage, si no que ha perdido el color de tanto lavarla); con ojos saltones y ojeras más grandes que el Everest. Saca de su interior una fuerza majestuosa y deja salir un secreto que dejó atónitos a todos: "Hola, me llamo Ariel y he sido un muy mal bloguero"

Estas palabras fueron suficientes para estremecer los corazones de aquellos en la sala que se acercaron con la calma de perturbados mentales que siempre les ha caracterizado.
Según Wikipedia que es el santo grial del conocimiento cientifico-técnico universal, o al menos así lo es para estudiantes holgazanes -como yo- , la paciencia es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien. Yo por la non-gratta experiencia que recibí el cuatrimestre pasado en mis tareas de monitor... Puedo certificar que la paciencia es un muro de cristal muy delgado que evitó que en algún momento mis ansias de golpear a uno que otro de mis alumnos contra una pared hasta que no respiraran no se hiciera realidad. Eso y los dos tragos de Vodka que me daba cada hora en el baño... Pero no nos salgamos del tema; El vodka es maravilloso, todo el mundo lo sabe y ni mucho hay que decirlo.

A decir verdad... La paciencia es importante en todos los aspectos de nuestra vida. Especialmente si vivimos en un país retrógrada, machista, platanero y como un alto porcentaje de analfabetismo. Todo aquel que viva en Santo Domingo (O en alguna otra ciudad de considerable tamaño y salvajismo)  se expone diariamente a congestionamientos escalofriantemente grandes causados por alguien que decidió bloquear una intersección para llegar cero coma dos segundos más rápido al trabajo, o dos guagueros se pudieron a conversar en medio de una avenida bloqueando el paso a más de ochenta vehículos... Y esto es tan solo el comienzo.

A todos aquellos que nos leen desde el exterior: Bajo ninguna circunstancia crean que intento rebajar el nivel de este paraiso tropical. Para los turistas esto es un cielo en la tierra, el problema es para los residentes.

Hablando de otro tema, la experiencia de ser monitor fue altamente remunerante. No me refiero a los pesillos extras que pude haber ganado, ciertamente bajo el programa de monitorías individuales o grupales uno crece en su interior. Desarrolla paciencia, comprensión y de una forma muy especial se desarrolla el repudio hacia los teléfonos móviles propio del noventa y nueve coma nueve por ciento de los profesores.


Y es que no saben lo molesto que es explicarle a un grupo de estudiantes un tema complicado por sexta vez y justo cuando vemos que están finalmente llegandole con más fluidez... Suena ese pitido insoportable del Blackberry y apreciamos tal cual las torres-gemelas, su concentración se viene al suelo matando esta vez a una sola persona... A mí...

Sé que se preguntarán porqué dejamos de subir artículos a Medicaos durante un periodo corto de tiempo pero ¿saben qué? Eso lo hablaremos otro día. Primero porque nos da la oportunidad de traer otro maravilloso artículo y segundo porque nos gusta privar en misteriosos.

Los adoro y espero verles la próxima semana, a la misma hora, en el mismo blog,
Ariel Saint

Muerte de Medicaos

¿pueden imaginarse el siguiente titular? ''Como el ave Fénix, las cenizas de alguna vez consumido BLOG MEDICAOS se reagruparon con gran velocidad para formar un blog más fuerte, interactivo y fácil de leer que nunca''  Presiento que eso eso ha sido un titular muy largo, pero bueno... Por algo soy bloguero y no redactor de noticias, ¿no? Sí. Alguien tiene que dejar de leer sobre la mitología egipicia. -dice mientras saca un micrófono y canta ''alguien soy yo'' de Luis Fonsi (creo)-

A decir verdad, eso del ave Fénix no ha sido más que un producto retorcido de la imaginación de uno de ustedes, queridos lectores se tomó la molestia de escribirnos un exquisito listín sobre las razones por las que debíamos volver. Otro nos amenazó -sí, lea bien- con echarnos tanto ácido en la cara que quedáramos como Slenderman mientras que otro nos escribieron a las redes preguntándonos si estábamos enfermos. ¡Estrellita de oro para ellos!

La verdad que la ''muerte Medicaos'' es un término mal empleado. La situación de Medicaos puede compararse más que con el ''renacer'' de un Fénix, con la ''hibernación' de un Oso durante el invierno. Cada cierto tiempo, los blogueros pasamos por un periodo en el que la mágia debe ser recargada, el pozo debe ser llenado, las margaritas deben ser regadas, la familia debe ser contactada, mi mamá me mima. Bueno, ustedes comprenden a lo que me refiero, ¿no?




Estas últimas dos semanas me he puesto en contacto con mi yo interior para poder volver a escribir. -Sí, muy cliché- Lo intenté todo:
  • Ponerme de cabeza con todo y laptop para que la sangre se desplazara a mi cabeza y por ende la inspiración. ¿Resultado? Necesito una laptop nueva
  • Darme un baño de sales relajantes para intentar mejorar el flujo artístico de mi alma. ¿Resultado? Necesito nuevas medias, Los hombres entenderán.
  • Ir a un espacio abierto con una libreta en busca de inspiración. ¿Resultado? El grandioso paisaje, virgen de pasión, y yo preguntándome: ¿Cuando volveré a mi habitación?
Finalmente luego de semanas de batirme entre el tiempo para estudiar, porque a todo estoy estoy en finales y em tiempo para inspirarme, nunca intenté lo más sencillo de todo: ''Escribir sobre no poder escribir''

Descubrí que en mi vida los acontecimientos se establecen como queue list. Es decir, si no he escrito del anterior, no podré pasar al siguiente. Vea usted qué ''ratrería''. Por otro lado, quería darles las gracias a todo aquel que se tomó el tiempo para escribirnos o confrontarme físicamente en la calle. Fue maravilloso observar tal apoyo de una pequeña comunidad que tan solo nos lee una vez a al semana. Siento muchísimo no haber podido escribir estas últimas semanas, pero os pido un poquito de comprensión. Escribir en Medicaos no es algo tan fácil como se ve; requiere esfuerzo, dedicación y tiempo. Cuando falta una de las tres, preferimos ni subir el artículo para no comprometer la calidad que desde el inicio de los tiempos nos ha caracterizado.

Para Diciembre traemos grandes cambios en la interfaz gráfica que sé que serán de su agrado. Estoy tan feliz de que haya llegado diciembre, es maravilloso como se siente el aire navideño. No es que esté esperando regalos ni nada por el estilo, con ver a mi familia es suficiente. ¡Nos vamos a cortes comerciales!

Querida madre: Tú sabes lo que quiero de navidad. Cómpramelo y prometeré ''sorprenderme'' frente a toda la familia. No hay pretexto para decir que no te lo dije este año, te he mandado muchas indirectas y hasta te lo marqué en el periódico. Sé que lees Medicaos, un besito.
Estos comerciales de hoy en día, cada vez más engañosos... ¿No?

Bueno chicos, una vez más quería decirles que los adoro y nos veremos el Martes a las 4 PM como siempre,

Ariel Saint

PD: No olviden seguir nuestra cuenta de Twitter (@medicaos) y pueden escribirnos siempre, 24/7 a nuestro mail ''arielsaint@medicaos.com''

¡Fuego, fuego en el coliseo!

Fuego por todas partes, 28 guerreros y la cifra disminuyendo combaten a muerte contra un demonio de ocho tentáculos, una fuerza inigualable y una mirada tan temible que podría tan solo hacerte trizas de así quererlo.

El golpeteo de las espadas cayendo ante la ira descontrolada del demonio era enfermizo. ¿Cómo podría alguien imaginarse que un día que comenzó de lo más natural podría terminar en un coliseo en el que ahora 26 guerreros luchaban por sus vidas?


Todo el drama había comenzado hacía ya un par de semanas, cuando el apodado de tez canela, regordete y escasa fuerza de voluntad, se había empeñado en tronchar nuestro futuro con un inigualable examen de 25 preguntas, cada una con A, B, C y D redactado a mano y sí, lea bien... a una sola cara. Tan solo acercar al lapiz a aquellos diminutos jeroglíficos  automáticamente hacían ver la fina punta del lápiz, de unos 0,7 milímetros como algo enorme.

Muchos salieron mariados, otros llorando. Pocos fueron los que pregonaron de haber vertido parte de la fuente de la sabiduría sobre aquel criminal adefesio de la evaluación estudiantil. Una cabeza nublada de números y un plato de arró' fue mi dulce compañía esa noche. ¿Habría aprobado? ¿Debería conformarme con mi nefasto destino y retirarme de la vida? Sabía que estas y otras interrogantes serían respondidas en una semana... En el mismo lugar, a la misma hora; así como una novela mexicana solo que con algo de menos drama y más ''frama''; quizá ''crama'' si la suerte si hubiera puesto de mi parte.

Así fue como comenzó una semana de culito-apretao' y un pequeño ataque al corazón cada vez que alguien confirmaba respuestas del examen a mi lado. Estaba volviéndome loco, no podía pensar en otra cosa. Era una obsesión casi compulsiva; no lo creí hasta que tuve un incómodo encuentro con la verdad, y con mi madre...

-Hijo, ¿qué quieres de física?
-¡¿QUÉ?!
-¿Te sientes física?
-¿Fi-qué?
-Esto es demasiado físico para mí... Ya me había dicho tu abuela ''¡TEN TAN SOLO UNA FÍSICA Y NO TE COMPLIQUES MÁS''

Y aunque estos encuentros se repitieron más y más intensidad con cada día que pasaba, no era ni una fracción de la velocidad con la que crecía mi angustia hasta que por fin, pasó la añorada semana.

El día comenzó inquietantemente tranquilo, tal cual el mar antes de un tsunami. Algo grande se aproximaba. Me desperté y me puse mis calzoncillos de la suerte, o mejor dicho... No me los quité. Me duché y salí corriendo a clases, bueno... Ustedes comprenden, después de cambiarme y hacer todas esas  vagamunderías que la sociedad estima de caracter obligatorio (La cremita del cuerpo, el desodorante, el peinesito por arriba y por debajo)

Esperé ansiosamente hasta mi última clase, física. Les digo, mi vida es una sátira del destino, pero en fin... Entré al salón de clases con mi uniforme y me reuní con mis compañeros. Entre todos nos reíamos nerviosamente y deseábamos a muerte el mejor de los resultados; cuando menos lo pensamos nos haló un vortex hasta otra dimensión. Intenté sujetarme a una mesa pero salí disparado y caí sobre el áspero suelo del coliseo. Rodé un par de metros y léntamente me puse de pie; fue cuando pude verlo. Era algo aterrador, quizá diez veces el tamaño de un hombre normal. Era un monstruo temible, emanaba un vapor de odio concentrado propio de cualquier demonio.

No perdió tiempo, se puso sus lentes y comenzó a leer de una pequeña listilla del súper-mercado como si todo se tratase de un juego:

''Matrículas 11-0184, 11-0949, 11-2945, 11-1059, 11 del 1221 al 1246; sacaron treinta de cien en su prueba parcial. Retirense de la asignatura...''' 

La imagen más aterradora que jamás había apreciado. Cientos de flechas se dirigieron hasta mis colegas de batalla y atravesaron el armazón de sus pechos llenos de ilusión tal cual atraviesa el cuchillo la mantequilla en una cálida mañana.

El festival de carne duró tan solo unos cinco minutos, resistirse era todo una odisea. Las flechas no fueron más que la antesala de lo inevitable. Muchos pedían piedad al monstruo, alegaban que tenían pareja, amigos, familia, hijos y hasta trabajo pero a él no le pareció importarle. Les roció con fuego hasta que quedaron pulverizados.

Yo hábilmente me deslizaba entre las gruesas garras del malévolo. Con los pocos colegas que quedaban en el campo de batalla, pudimos burlarle y envenenarlo con sus propias flechas; más de uno fue atacado de forma imprevista y fulminado al instante cuando la criatura antes de volver al inframundo exclamó:

''Ah, se me había olvidado... Fulano, fulano y fulano. Ustedes sacaron 52''

Cuando desapareció solo quedábamos cuatro del otro lado. Nos llevamos las manos a la cabeza mientras observábamos aquella escena de nuestras más oscuras pesadillas: Todos nuestros colegas se arrastraban en búsqueda de la salvedad pero ya sus heridas eran muy profundas. Me acerqué una niña que se veía gravemente afligida por una flecha que le atravesaba el hombro, le aseguré que la herida no era muy grave pero ella me aseguró que prefería morir a tener una marca en su alma -índice-

Pocos fuimos los agraciados de salir con vida de aquel campo de concentración. Pero hoy en día, no podría estar más feliz de mi vida y os puedo asegurar que el estudio brinda frutos memorables, pero algo de suerte y astucia nunca ha matado a nadie. 


¡LO SÉ CHICOS, LO SÉ! Nos hemos atrasado un pelín con las entregas pero es que estamos en parciales. ¡Les traigo una nueva alternativa! En vista de que a Ariel se le seca el flujo pozo de ideas de vez en cuando por la misma presión de la universidad, tienen ustedes la oportunidad de que vuestros textos aparezcan en Medicaos. 

Envía uno de tus textos a nuestro correo y lo evaluaremos. Si nos gusta te lo haremos saber y probablemente aparezca en el blog. ¿A quién no le gustaría tener sus cinco minutitos de fama? 

Un abrazo y gracias por ser tan comprensivos siempre, los adoro y no saben como les extraño... 

Ariel Saint

Pajeo mental procrastinante

Aunque les juro que intenté buscar el significado de 'pajeo' en la RAE para iniciar este artículo de la forma pseudocientifica que caracteriza a Medicaos, he de informarles penosamente que simplemente no pude. Aunque sé que ustedes, pequeños enfermos sexuales pueden mal-interpretar el término 'Pajeo' y otros cientos de vislumbrados también... La verdad es que Pajeo antes de ser ese acto repetitivo y delicioso que les pasa por su cabeza (o al menos eso he leído); es nada más y nada menos una concepto sobre algo que se tiene, normalmente utópico o de escasas aplicaciones a la realidad.

Por ejemplo, yo tengo un pajeo mental con un vehículo al cual se le pueda echar miao en el tanque de combustible, y es que como están los precios no sería una mala idea... De todas formas, podemos enviar  a Baumgartner a que salte desde la estratósfera y gastar decenas de millones de dólares, pero no... ¡ARIEL NO PUEDE TENER UN VEHÍCULO QUE USE EL NITRÓGENO DE SU ORINA PARA PROPULSARSE!




Son de esas cosas injustas pero que pasan por mi cabeza y por las suya... De ese tipo de cosas que uno no puede entender como aún no han sido inventadas, como un móvil que se recargue con el calor corporal. Lo digo y lo repito una vez más, tenemos el nuevo iPhone con su grandiosa pantalla de setecientos mir' millone' de pixeles, pero la batería se descarga en lo que uno echa un polvito... (O al menos eso he leído por ahí)
Quizá ustedes se estén cuestionando cual es el fin de este artículo, o quizá no. Las estadísticas demuestran que cada vez que alguien en una presentación de grado académico dice algo como ''Ustedes quizá se estarán preguntando'' o ''Y yo sé lo que está pasando por su cabeza, ¿Y si tal y tal cosa?'' el 90% del público no estaba en un radio ni de doscientos kilómetros. Quizá me estuviera preguntando yo respectivamente porqué se habría ido el 3G de mi móvil o una que otra trivialidad. Seamos realistas: ¿Ustedes de verdad le hacen casos a las exposiciones de sus compañeros? OJO: Excluimos los casos en los que el profesor dice que ese tema irá para el parcial.

Estos últimos tres días han sido excelentes para estudiar, mala suerte que no los aproveché de esa forma. Por mi parte, salí, compartí con mis amigos y dormí como si no hubiera mañana. Debí haber estudiado más, es más... Aún tengo tiempo pero me la he pasado estratégicamente haciendo todo tipo de asignaciones que había pospuesto con tal de no estudiar. Vean ustedes que estudiante más dedicado es el Dr. Caos.

A decir verdad, estudié bastante antes para mis parciales (Respectivamente el de Química y Física II) y aunque esta semana he querido repasar, mi increíble e inexistente motivación simplemente no me ha dejado. Supongo que todos los estudiantes tenemos ese periodo donde las revoluciones bajan, quizá un pelín más de lo que deberían, pero es normal... De una manera muy especial cuando el cuatrimestre se está terminando y sin duda alguna, las pilas se agotan.

Este por ejemplo es un post que hago con el único hecho de no ir a mi escritorio a continuar estudiando.   Al menos siento que si escribo para ustedes, estoy haciendo algo productivo por mi vida, ¿o no? ¡BUENO, DÉJENME PENSAR QUE SÍ!

¿Entonces cómo vencer la pereza? Eso es una grandiosa pregunta... Cuando encuentre la respuesta pueden estar seguros que haré un post solamente para comentárselos, o posiblemente no. Quizá me dé demasiada pereza haciendo un post que hable de la pereza. ¿Dios, qué me pasa?

¿Sabían que hoy hay Huelga? ¿Por qué hago tantas preguntas? Creo que no me tomé la medicación de hoy. En fin, lo mejor será que comience el día. Tengo clases en un par de horas y como están las cosas, lo mejor será salir temprano no vaya y sea que se me pegue una pedrá.


El Dr. Caos llama a toda la sociedad a mantener la calma y la cordura durante sus manifestaciones. No queremos la pérdida de vidas humanas... A menos que sea de funcionarios.

Varios de ustedes han escrito al correo de Medicaos (arielsaint@medicaos.com) preguntándome si es cierto que el blog cerrará. La verdad es que el blog nunca había estado más sólido y no tengo ninguna intención o motivo para dejar de escribir. Esto es algo para que yo me la pase bien escribiendo y ustedes leyendo... Al momento que deje de ser divertido para ustedes o para mí, entonces sí me plantearé la alternativa de hacer algo más productivo con mi vida.

El Blog estará pasando por una serie de cambios en su interfaz gráfica en Noviembre, que creemos que lo harán más fácil de leer en dispositivos móviles como tabletas y teléfonos. Si tienen alguna sugerencia, duda, aclaración o sueño húmedo no duden en escribirnos, leemos todos nuestros mensajes aunque lamentablemente no podamos darles respuestas rápidamente.

Espero estén pasando un lindo día,
Ariel Saint

Mitos urbanos: Estudiantes de medicina II

Perdón, perdón y un millón de perdones. Estoy consciente de que la pasada semana (lo digo así porque suena con más clase) no se publicó un artículo en el blog. Durante estos meses que llevamos trabajando en Medicaos nunca había pasado algo similar, pero es que se nos presentaron una serie de eventos -parciales- y dificultades técnicas -parciales- que de una forma u otra -parciales- hicieron imposible escribir un artículo de calidad como es lo que siempre nos ha caracterizado... -parciales-

Muchos de ustedes se quejaron con razón a la cuenta de Medicaos y amenazaron con sacarnos los ojos a todos los integrantes del equipo de Medicaos o rociarnos con ''Ácido derdiablo'' pero creemos que eso solo vino por la insatisfacción del momento y que ustedes nunca nos harían daño, ¿verdad? bueno, lo seguiremos pensando para preservar nuestra tranquilidad psicológica.


A lo que vinimos: La semana pasada les encargamos la tediosa tarea de enviar mitos, clichés entre otras calamidades casi infecciosas sobre lo que un estudiante de medicina era, a la cuenta de email del blog. Hoy en día estamos felices de comunicarles que pudimos examinar todos los mitos en los que ustedes se desbordaron escribiendo mentiras no tan mentirescas de nosotros, los estudiantes de medicina (EDM) y estamos listos para analizarlos:

I- Los EDM duermen menos que los estudiantes de arquitectura (Kelvin Marte)

Querido Kelvin, no sabría medir en base a los estudiantes de arquitectura porque no sé cuanto duermen o no ustedes. Me imagino que igual como su trabajo requiere concentración y precisión así mismo lo requiere el EDM a la hora de llevar a cabo sus labores. No quisiera decir que los de arquitectura van menos forzados que lo de medicina porque podríamos causar todo tipo de revuelos en los comentarios de gente rabiosa como ya ha pasado antes pero sí puedo expresar que potencialmente, los estudiantes de medicina llevamos mucho más créditos que los de arquitectura.

De por sí la Carrera de Medicina exige mucho tiempo. Si el EDM se organiza y manda la procrastinación a freir tusa, posiblemente sus mala' noche' detrás de un libro, se vean reducidas al mínimo.

II- Los EDM consideran el cuerpo humano un objeto de estudio y solo eso (Heidy Espino)

Para bien o para mal, desde que comenzaron los estudios de la anatomía humana en utilización de cadáveres como herramientas son cuantiosos los logros que se han llevado a cabo. Aunque la iglesia desde siempre ha expresado una fuerte postura de oposición ante esta práctica (y muchísimas otras) es evidente que la única forma que se tuvo durante mucho tiempo de estudiar que había dentro del cuerpo humano era sin duda alguna, viendo dentro del cuerpo humano.

Hoy en día contamos con un sin-número de simuladores que hacen esta tarea mucho más fácil e higiénica. Hay diferentes proyectos de eliminar la práctica de cadaveres incluso en nuestro país, cuya mentalidad retrógada parece heredada del siglo XI cuando aún estaban los Vikingos y esas cosas.

A decir verdad, es mucho lo que falta por hacer en este campo. Aunque algunos discuten las condicions higienico-sanitarias en la que se guardan los cadáveres y las posibles patologías que pueden ser transmitidas al estudiante, será realmente dificil en mi humilde opinión eliminar por completo esta práctica, a decir verdad a los simuladores aún les falta mucho por crecer y los libros tienden a no ser suficientes.


III- Los EDM sin tener un trimestre/cuatrimestre en la Universidad ya se ponen Dr. Fulanito en el BBM/MSN (Fernando Concepción)

No pude evitar descojonarme de la risa con este email y es que es totalmente cierto: Gran parte de los estudiantes de medicina se creen médicos antes de entrar a la facultad al punto de que quieren venir a diagnosticar y privar en los papaupa' de la matica'. Sinceramente creo que es producto de la ilusión por finalmente dar pasitos de bebé hacia el futuro. Personalmente nunca he puesto nada similar en mis clientes de mensajería pero en defensa de los EDM sí sé de estudiantes de otras carreras que también lo hacen. Me evitaré el mal de poner nombres para que no me suiciden... S-U-I-C-I-D-E-N



Hay que tener cuidado con lo que se juega y mientras más rápido entienda  el EDM que no es nadie en la facultad, menores serán los problemas de autoridad con los que se tendrá que enfrentar. Les habla la voz de la experiencia.

VI- Los EDM son todos unos empollones aburridos (Marjorie García) 

No ombe no... Hay de todo en la carrera de medicina. La experiencia me ha enseñado que al menos cuando hablamos del aspecto social de una comunidad es difícil generalizar. En mi promoción hay unos que van a todos los bonches y reprueban todo, otros que no reprueban nada y no salen de casa y otros que milagrosamente se tiran todos los bonches, son los más sociables del mundo y se las arreglan como unos toros para pasar todos de la forma más satisfactoria. ¿Aburridos? No creo, ¿centrados? Quizá.



V- Los EDM suelen andar por el campus con sus batas para que todos sepan que estudian medicina. (José Sanabia)

Lamentablemente debo declararme culpable. Aunque en la clase de microbiología se nos enseña sobre los potenciales peligros de andar con una bata fuera de un laboratorio sobretodo si uno se acerca al área de la comida... La bata es poderosa, tal como lo hemos analizado aquí mismo. No solo eso, también es mucho más cómodo y práctico simplemente no quitársela, más con este frío invernal que aunque en República Dominicana no aplica mucho porque aquí siempre es verano, se siente aunque sea diminutamente.

Hay un punto en el que todo estudiante de medicina se familiariza tanto con este particular instrumento, que se hace uno con ella. Si ve por el campus a un EDM con la mirada perdida, el cabello desaliñado, un par de libros debajo de la axila y un Smartphone en la mano -es decir, su entorno natural- no le recrimine, posiblemente ni se recuerde que la tiene puesta.

Lamentablemente no pudimos analizar todos los mitos ya que algunos rozaban en lo patético como: ''Los estudiantes de medicina lo tienen chiquito'' o uno de mis favoritos ''Los estudiantes de medicina acaban solos, con adicción a las drogas y cojos'' a decir verdad, creo que alguien ha estado viendo mucho Doctor House.

Esta metodología interactiva donde ustedes podrán aparecer en Medicaos perdurará con el timpo y tenemos grandes cambios para el blog que anunciaremos quizá a finales de Noviembre. Espero estén pasando una grandiosa semana  y que la tormenta no les haya causado mayores situaciones.

Se despide con fuerte abrazo y orgulloso de tener los mejores lectores del mundo,
Ariel Saint

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Saint Domingue, Dominican Republic
18 Años, extrovertido, estudiante de medicina, sin mucho que decir de sí mismo que no sea percibido por otro. Crea un blog para compartir su vida, virtudes, errores y sueños húmedos.
Ariel Saint Santé -. Con la tecnología de Blogger.