¡Fuego, fuego en el coliseo!

Fuego por todas partes, 28 guerreros y la cifra disminuyendo combaten a muerte contra un demonio de ocho tentáculos, una fuerza inigualable y una mirada tan temible que podría tan solo hacerte trizas de así quererlo.

El golpeteo de las espadas cayendo ante la ira descontrolada del demonio era enfermizo. ¿Cómo podría alguien imaginarse que un día que comenzó de lo más natural podría terminar en un coliseo en el que ahora 26 guerreros luchaban por sus vidas?


Todo el drama había comenzado hacía ya un par de semanas, cuando el apodado de tez canela, regordete y escasa fuerza de voluntad, se había empeñado en tronchar nuestro futuro con un inigualable examen de 25 preguntas, cada una con A, B, C y D redactado a mano y sí, lea bien... a una sola cara. Tan solo acercar al lapiz a aquellos diminutos jeroglíficos  automáticamente hacían ver la fina punta del lápiz, de unos 0,7 milímetros como algo enorme.

Muchos salieron mariados, otros llorando. Pocos fueron los que pregonaron de haber vertido parte de la fuente de la sabiduría sobre aquel criminal adefesio de la evaluación estudiantil. Una cabeza nublada de números y un plato de arró' fue mi dulce compañía esa noche. ¿Habría aprobado? ¿Debería conformarme con mi nefasto destino y retirarme de la vida? Sabía que estas y otras interrogantes serían respondidas en una semana... En el mismo lugar, a la misma hora; así como una novela mexicana solo que con algo de menos drama y más ''frama''; quizá ''crama'' si la suerte si hubiera puesto de mi parte.

Así fue como comenzó una semana de culito-apretao' y un pequeño ataque al corazón cada vez que alguien confirmaba respuestas del examen a mi lado. Estaba volviéndome loco, no podía pensar en otra cosa. Era una obsesión casi compulsiva; no lo creí hasta que tuve un incómodo encuentro con la verdad, y con mi madre...

-Hijo, ¿qué quieres de física?
-¡¿QUÉ?!
-¿Te sientes física?
-¿Fi-qué?
-Esto es demasiado físico para mí... Ya me había dicho tu abuela ''¡TEN TAN SOLO UNA FÍSICA Y NO TE COMPLIQUES MÁS''

Y aunque estos encuentros se repitieron más y más intensidad con cada día que pasaba, no era ni una fracción de la velocidad con la que crecía mi angustia hasta que por fin, pasó la añorada semana.

El día comenzó inquietantemente tranquilo, tal cual el mar antes de un tsunami. Algo grande se aproximaba. Me desperté y me puse mis calzoncillos de la suerte, o mejor dicho... No me los quité. Me duché y salí corriendo a clases, bueno... Ustedes comprenden, después de cambiarme y hacer todas esas  vagamunderías que la sociedad estima de caracter obligatorio (La cremita del cuerpo, el desodorante, el peinesito por arriba y por debajo)

Esperé ansiosamente hasta mi última clase, física. Les digo, mi vida es una sátira del destino, pero en fin... Entré al salón de clases con mi uniforme y me reuní con mis compañeros. Entre todos nos reíamos nerviosamente y deseábamos a muerte el mejor de los resultados; cuando menos lo pensamos nos haló un vortex hasta otra dimensión. Intenté sujetarme a una mesa pero salí disparado y caí sobre el áspero suelo del coliseo. Rodé un par de metros y léntamente me puse de pie; fue cuando pude verlo. Era algo aterrador, quizá diez veces el tamaño de un hombre normal. Era un monstruo temible, emanaba un vapor de odio concentrado propio de cualquier demonio.

No perdió tiempo, se puso sus lentes y comenzó a leer de una pequeña listilla del súper-mercado como si todo se tratase de un juego:

''Matrículas 11-0184, 11-0949, 11-2945, 11-1059, 11 del 1221 al 1246; sacaron treinta de cien en su prueba parcial. Retirense de la asignatura...''' 

La imagen más aterradora que jamás había apreciado. Cientos de flechas se dirigieron hasta mis colegas de batalla y atravesaron el armazón de sus pechos llenos de ilusión tal cual atraviesa el cuchillo la mantequilla en una cálida mañana.

El festival de carne duró tan solo unos cinco minutos, resistirse era todo una odisea. Las flechas no fueron más que la antesala de lo inevitable. Muchos pedían piedad al monstruo, alegaban que tenían pareja, amigos, familia, hijos y hasta trabajo pero a él no le pareció importarle. Les roció con fuego hasta que quedaron pulverizados.

Yo hábilmente me deslizaba entre las gruesas garras del malévolo. Con los pocos colegas que quedaban en el campo de batalla, pudimos burlarle y envenenarlo con sus propias flechas; más de uno fue atacado de forma imprevista y fulminado al instante cuando la criatura antes de volver al inframundo exclamó:

''Ah, se me había olvidado... Fulano, fulano y fulano. Ustedes sacaron 52''

Cuando desapareció solo quedábamos cuatro del otro lado. Nos llevamos las manos a la cabeza mientras observábamos aquella escena de nuestras más oscuras pesadillas: Todos nuestros colegas se arrastraban en búsqueda de la salvedad pero ya sus heridas eran muy profundas. Me acerqué una niña que se veía gravemente afligida por una flecha que le atravesaba el hombro, le aseguré que la herida no era muy grave pero ella me aseguró que prefería morir a tener una marca en su alma -índice-

Pocos fuimos los agraciados de salir con vida de aquel campo de concentración. Pero hoy en día, no podría estar más feliz de mi vida y os puedo asegurar que el estudio brinda frutos memorables, pero algo de suerte y astucia nunca ha matado a nadie. 


¡LO SÉ CHICOS, LO SÉ! Nos hemos atrasado un pelín con las entregas pero es que estamos en parciales. ¡Les traigo una nueva alternativa! En vista de que a Ariel se le seca el flujo pozo de ideas de vez en cuando por la misma presión de la universidad, tienen ustedes la oportunidad de que vuestros textos aparezcan en Medicaos. 

Envía uno de tus textos a nuestro correo y lo evaluaremos. Si nos gusta te lo haremos saber y probablemente aparezca en el blog. ¿A quién no le gustaría tener sus cinco minutitos de fama? 

Un abrazo y gracias por ser tan comprensivos siempre, los adoro y no saben como les extraño... 

Ariel Saint

4 thoughts on “¡Fuego, fuego en el coliseo!

  1. No es martes, pero es jueves y hay artículo...
    Gracias por hacernos sentir parte de la batalla. ''¡Fisinaste!''

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  2. Me encanta me encanta me emvsntaaaa hahaha

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  3. jajajajajajajajajajajajjajajajjajajjajajajjajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajaajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjsjajajajajjajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.Esa fue mi reaccion al entender de quien hablabas y al terminar de leer el articulo.

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  4. De verdad que me divierte mucho esto. ojala y todo haya salido bn nos vemos en la proxima entrega.


    se despide
    EL MANGADOR UNPHUNIANO POR EXCELENCIA (K.E.P)

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Saint Domingue, Dominican Republic
18 Años, extrovertido, estudiante de medicina, sin mucho que decir de sí mismo que no sea percibido por otro. Crea un blog para compartir su vida, virtudes, errores y sueños húmedos.
Ariel Saint Santé -. Con la tecnología de Blogger.