Entre pulmones y riñones solo hay una estrecha línea


Más apretado que los pantalones de una Yafreisi' estaba mi trasero cuando dictaban en el laboratorio de biología, los pobres infelices a los que le tocaría llevar un par de pulmones o un corazón de vaca, chivo, o ser humano. Bueno, establecían que fuera un cuadrúpedo, pero en vista de que en INTEC hay gente que les gusta ponerse en cuatro yo hasta lo vi como una opción. ¿Ta' mal?

En fin, déjenme comentarles algo: En lo que es el azar, yo tengo la peor suerte del mundo así que a mí mismo me dije ''Las posibilidades de que me pidan llevar algo son de 2/13, cálmate Ariel, no pasará nad-...'' Mi pensamiento se vio brutalmente interrumpido por mi matrícula en bocas de la monitora anunciando que sería yo el encargado de traer los pulmones al próximo laboratorio. Verán, aquí no había zafadera... Claro que mi cabeza se cruzó la idea de ''¿Y si me hago el chivo loco?'' y al final, fue a un chivo loco al que le saqué el pobre par de pulmón pero anda... Vamos por partes como Jack el destripador. No llevar los pulmones no era una opción. Eso hubiera sido dos puntos menos para TODO el laboratorio que de hecho, ya se encuentra bastante mal así que quizá alguien me hubiera apuñalado mientras caminaba a mi vehículo o algo así.

La mañana siguiente, la utilicé para estudiar profundamente y así pasaron los días en la semana diabla de parciales  hasta que el día antes de mi laboratorio dije en la biblioteca mientras estudiaba ''AY VEA, ¿Y LO PULMONE'? así que salí a recorrer los mejores súper mercados de la ciudad donde todos me decían lo mismo:

''No tenemos pulmones, eso se puede conseguir en un matadero. Aquí solo vendemos la mejor carne de especies natu- (Eliminado por causa de aburrición)''

Parecía que el viaje al matadero era inminente, así que me armé de una neverita portátil, comí ligero y tomé las llaves de mi auto y metí a la fuerza en el carro a mi fiel compañero Hugo Victoria a quien le debo más de lo que se puedan ustedes imaginar.

La travesía comenzó justamente luego de nuestra clase de ''Metodología de la investigación en la salud'' cuando luego de un periodo de preparación y varios intentos fallidos escribiendo ''Matadero'' en Google Maps, decidimos salir y echarnos a la suerte con las escasas referencias que habíamos escuchado por parte del tío-abuelo del primo de un vecino sordo-mudo. 

Recorrimos unos diez o quince kilómetros y tuvimos que poner al límite las habilidades motrices del vehículo volando calzadas como dos desgraciados, antes de toparnos con el lugar al que yo imaginaba más lúgubre de la cuenta. El local se encuentra a la intemperie entre una parada de Bus y el cementerio y yo cagándome del miedo, óbviamente.

Luego de recibir miradas por nuestra notoria pinta de foráneos estudiantes adinerados (a sus ojos porque lo que soy yo, andaba con 50 pesos en los bolsillos) fuimos al mostrador y hablamos con el dueño explicándole para qué necesitábamos los pulmones y  de qué animal.
El dueño del lugar se mostró aturdido y tal cual como si se encontrara hablando del tema más natural del mundo, con mucha simpatía preguntó:

''¿PULMONE'? Eso e' lo mimo' que bofe o eso e' lo' riñone'?''

Tuvimos que casi darle una clase de anatomía uno para que el hombre entendiera que eran aquellos curiosos órganos hasta que con una carcajada pudo comprender de lo que finalmente le hablábamos:

''AH, PERATE... ¿Utede' me 'tan hablando a mí del galillo? Sí, sí... El tubo ese que se abre y se cierra cuando uno repira' miren aquí:
Et' e' el ala del bofe, que se abre cuando uno re'pira y aquí, t'el ala del corazón que se abre también pa' re'pira'' 

Mientras Hugo y yo nos resquebrajábamos de la risa por el vocabulario propio del carnicero y sus explicaciones fisiológicas, más nos reíamos porque finalmente habíamos conseguido el pulmón y llegábamos a una serie de conclusiones:



  • Una bolsa de hielo para conservar los órganos: 25 pesos sin master-card™. (en los colmados no tienen verifón')
  • Un galón de gasolina y medio, perdido en el viaje hacia ''el matadero™'': 300 pesos con master-card™
  • Conocer a la persona más simpática de la semana y que aún así se gana la vida despellejando chivos y puercos todo el día y que aparte de los pulmones, nos regale el corazón de un chivo... ¡NO TIENE PRECIO!


Este es otro vivo ejemplo de que las apariencias engañan y uno ha de enfrentar sus miedos sobre todas las cosas. Ahora mismo, en mi congelador hay un par de pulmones y corazón. Si me disculpan, he de ir a señalar que ese contenedor no ha de abrirse. No vaya y sea que mañana cocinen por error un asopao' de pulmones y corazón de un pobre chivo que donó su cuerpo a la ciencia.

Les juro que mi estómago ha hecho un 360° tan solo de pensar en esa pieza culinaria. Espero que lo estén pasando bien y nos vemos pronto chivos, digo... chicos.


Ariel Saint

6 thoughts on “Entre pulmones y riñones solo hay una estrecha línea

  1. Jajaja! Sin duda Ariel que ésta es la entrada que mas risa me ha causado! Cuantas peripecias para conseguir ''El tubo ese que se abre y se cierra cuando uno repira''.

    Sigue asi, muchos exitos!

    El Elegido.

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    1. Muchas gracias Elegido, me alegra que hayas encontrado jocosa esta entrada. Espero leerte pronto en las próximas y que hayas tenido una semana santa de lo más próspera.

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  2. jajajjajjajjajjaja..... ME ENCANTA! muuy bueno el articulo, deberías publicarlo en la revista de la universidad!! a mi me tocara la misma travesía hoy!! solo espero que por lo menos el carnicero entienda lo que le pido :P hahaha :*
    sigue así!! muchos éxitos! :D

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  3. Muchísimas gracias Cynthia. *Sí, te he reconocido por tu forma de escribir* Me alegro que te haya gustado el artículo y sí... Espero que tú no engas que explicarle al carnicero toda la función pulmonar con tal de que te entiendan. ¡Un besito y te leo pronto!

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  4. Soy de Argentina y me encanta tu blog. ¡Sigue así!

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    1. Me encanta que te encante. Un abrazo hasta Argentina y te leo pronto.

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Saint Domingue, Dominican Republic
18 Años, extrovertido, estudiante de medicina, sin mucho que decir de sí mismo que no sea percibido por otro. Crea un blog para compartir su vida, virtudes, errores y sueños húmedos.
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